26 junio 2021

Seis meses, seis.

Bueno, tras 6 meses de sequía laboral en un trabajo a tiempo completo, porque ya sabéis que hago "caridad" con la Universitat Jaume I como profesor asociado (esto tiene otro post pendiente), desde hace unos días me he reincorporado al Departament de Salut de la Plana.
 
Y no, no voy a llevar la Comunicación como hice durante temporalmente durante 3 meses el pasado año, sino que lo hago como técnico de gestión y paso a formar parte del Servicio de Personal, en el equipo de Nóminas.
 
En estos días he podido comprobar ya el excelente trabajo que se realiza y la gran carga de responsabilidad que supone. Espero estar a la altura de mis compañerxs.
 
La función pública tiene caminos insospechados, y los puntos generados en la bolsa y mi formación académica me han llevado a esta plaza, también temporal, como no puede ser de otra manera sin oposición.
 
Gracias a todas aquellas empresas que han leído mi currículum o me han entrevistado y, por supuesto, a todas aquellas personas que se han preocupado por mi durante este tiempo.
Sigo abierto a ofertas relacionadas con la Comunicación, mi mundo y mi pasión, por supuesto.
 
¡Nos seguimos leyendo!
 
 
#comunicación #hospital #gestión #personal #nóminas #siemprepositivo



26 enero 2021

En búsqueda activa de empleo

Hombre con unos prismáticos Foto gratis
Foto de moda creada por kues1 - www.freepik.es

El título de este post es el magnífico eufemismo que nos hemos buscado como sociedad para pensar en positivo, y refleja una situación en la que gran parte de la sociedad se ha encontrado en algún momento en su vida: el desempleo, el desempleo no pasivo, el desempleo del que se quiere salir encontrando otro empleo. Sí, me encuentro en búsqueda activa de empleo porque el pasado mes de diciembre terminó mi relación contractual con la sanidad pública de la Comunidad Valenciana. Es, por suerte, la segunda vez que me encuentro en ella, y hace ya muchos años de la primera, allá por el año 2003.

Y sí, quizás he esperado hasta la celebración del Día del Periodismo (24 de enero en España) para reflexionar públicamente sobre ello, porque esto es algo que le pasa a nuestra profesión y a los sectores relacionados con la Comunicación desde hace mucho, pero más en los tiempos que corren, como ya intentamos reivindicar el pasado 18 de diciembre).

Como sabéis, durante los últimos 14 años de mi vida he desarrollado mi trabajo como periodista del Hospital General Universitari de Castelló y unos meses en el Hospital Universitari La Plana de Vila-real. Y llegué a la comunicación sanitaria por chiripa, para qué negarlo. Suerte por el hecho de estar haciendo periodismo de sucesos y sanidad en un periódico local de la provincia de Castellón y que comenzara la necesidad de comunicar desde los hospitales.

Sin embargo, aquella llegada fortuita se convirtió en pasión. Por comunicar cuestiones científico-sanitarias, por destacar la labor del personal sanitario, por hacerlo desde una institución pública; pero sólo un poco más adelante, por luchar por mejorar la comunicación interna en ese mismo sistema, en el que la dispersión de los flujos informativos internos puede ser importante si no se establecen unos cauces adecuados. A todo ello, hay que sumar la eterna comunciación de crisis, de urgencia, que ha inundado un buen número de días de todo este periodo.

Todos estos años han sido muy intensos, porque la dedicación que supone comunicar desde una institución sanitaria es grande, más de la que muchas personas se piensan. Y no sólo me refiero a periodistas de cualquier otro ámbito, sino también a personas de nuestra propia organización, que no entienden aún muy bien a qué nos dedicamos. Sólo hay que transitar un poco por la red para encontrar bajo el "lema" #periodistadehospital memes, chascarrillos, reivindicaciones sobre el papel que se realiza, no siempre reconocido.

Y como he sido consciente de lo que requería no me he dejado de formar para ello, como hace gran parte del personal sanitario. Lo que aprendemos en nuestras carreras cambia día a día, y tenemos que mantenernos en actualización permanente. Por tanto, formación en comunicación corporativa, en calidad, en redes sociales, en legislación sanitaria, ...

Somos, o he sido, un profesional pegado a dos móviles durante 24 horas al día, 365 días al año. Y sí, antes de que nadie diga nada, lo he hecho porque he querido, porque consideraba que, aunque no se reflejara en mis obligaciones contractuales, sí que era una obligación moral con mi profesión, con los medios de comunicación y con el personal sanitario, pero también con la ciudadanía a la que, en última instancia, he servido. Ciudadanos y ciudadanas que, gracias a las redes sociales, han podido contactar más rápido y más directamente gracias a nuestro papel de mediación.

Pues bien, pese a lo que se pueda pensar, la función pública también puede terminar (temporal o definitivamente), como me ha ocurrido a mi y a otras compañeras (porque casi todas son mujeres) en los últimos tiempos. Y así ha ocurrido porque el periodismo en las administraciones públicas, y más en las de tipo sanitario, no cuenta con un reconocimiento como tal hasta hace bien poco. La famosa categoría de periodista no apareció en las insitucciones sanitarias de la Comunitat Valenciana hasta marzo de 2017, y hasta ahora, son relativamente pocas las plazas creadas, plazas para las que todavía no ha habido una oposición.

Así, estoy a punto de cumplir mi segundo mes de barbecho comunicativo, pero no de parón mental. Porque el ritmo en el que vivimos las personas que hacemos o hemos hecho periodismo (y dejadme que elogie un poco más el periodismo sanitario y a las compañeras que lo están llevando a cabo en nuestra Comunitat, en especial) nos modela el carácter y nuestras dinámicas vitales. Y eso supone que no he parado de buscar, de leer, de hablar con miembros de nuestra profesión, de formarme en algún campo concreto que me interesa mucho.

Un periodo en el que también reflexionas sobre lo que te ha supuesto el pasado, lo que tienes en el presente y sobre lo que quieres en el futuro, y aquí está la clave del planteamiento existencial. Porque todo ello hay que hacerlo mirándolos a través de varios prismas, analizándolos desde varios escenarios posibles con la intención de llegar a algo, no sé si claro o turbio, pero a alguna conclusiòn.

Salí del hospital sin despedirme personalmente de mucha gente a la que aprecio, personal y profesionalmente, aunque poco a poco lo he ido haciendo de forma virtual a quien he podido.

Salí agradeciendo eternamente la posibilidad de desarrollo personal y profesional que me ha dado durante todos estos años. Con un balance muy positivo, en el que los momentos malos (que han habido, y muchos) han sido compensados de forma sobrada por los buenos.

Salí preocupado por todo lo que hemos vivido durante el último año, duro para todas las personas que se dedican a la sanidad, sea cual sea su categoría; porque todas han puesto su grano de arena trabajando para la ciudadanía y librarla de nuestra ya conocida Covid-19, poniendo en riesgo su vida y la de sus familias.

Salí esperanzado justamente por eso, porque sé de la valía profesional de todas estas personas, por su dedicación e implicación.

Y salí ilusionado por lo que me pueda deparar el futuro, porque la búsqueda activa de empleo es justamente eso, escanear el mundo en el que vivimos para encontrar el sitio en el que nuestros conocimientos, experiencia y voluntad tengan su nicho.

Nos seguiremos viendo, nos seguiremos escribiendo. ¡Ánimo!

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