La formación, clave para una buena comunicación (sanitaria y de la demás)

Alguna vez ya he comentado que hecho en falta una formación en los periodistas que tratan información sanitaria (y de otras materias) en los medios de comunicación. Ya... ya sé que ahora es complicado, que no hay dinero y que hay que apretarse el cinturón... pero es que esto no es nuevo, y aun cuando estuvimos de vacas gordas, no se hizo.

Pues bien, ahora me toca mirarme el ombligo para ser justo. Ayer, en clase del Master de Nuevas Tendencias y Procesos de Innovación en Comunicación de la UJI, en su rama de Dirección de Comunicación, me encontré con una compañera periodista de hospital. ¡Qué alegría!, en serio. Es la segunda compañera del ramo con la que coincido en dos años en formación especializada en nuestro campo. Con nuestro campo me refiero a la Dirección de Comunicación/responsables de comunicación (el tema sanitario lo voy a dejar para más adelante).

Si, como he dicho, he reclamado y reclamo formación en los periodistas "especializados" en las materias, lo mismo he de exigir a los que gobiernan la comunicación de empresas e instituciones. En ésto último me encuentro yo, en una conjunción de suerte e interés desde hace tiempo (2006). Sin embargo, no fue hasta dos años después cuando me dí cuenta de que tener interés, conocer los temas sanitarios y los medios (por haber trabajado en ellos) no era suficiente. Así que a formarse tocaba... y no he parado aún. -Y lo que me falta-

Y me pregunto yo... cuantos de mis compañeros se han hecho la misma reflexión. Bien, muchos no somos directores de comunicación en toda regla, estamos en una estructura y somos un eslabón intermedio... pero mejor ser un eslabón formado que no un "juntaletras" (con todos mis respetos para ellos).

Nuestro papel no debe ser sólo el de gestionar bien las peticiones de los medios, trasladar adecuadamente las informaciones que se generen en nuestras instituciones/empresas, centralizar las demandas y ofertas comunicativas... tiene que ser algo más. Tenemos que aportar conocimiento a la dirección y organización. Vamos, que tenemos que hacernos valer.

¿Y cómo conseguimos esto? Pues es muy evidente, tomando cartas en el asunto y dotándonos de las herramientas necesarias para aportar un mayor valor. Tenemos que saber cómo detectar los públicos, cómo generar contenidos para ellos, que la organización se implique, mejorar los cauces de comunicación interna (aunque sea sólo como asesores), conocer las herramientas 2.0 para llegar más lejos... tantas y tantas cosas que no se aprenden en un curso de 40 horas.

En nuestra mano debería estar también el formar a los directivos en temas de comunicación, dotarles de conocimientos para que puedan desarrollar mejor su coordinación y difusión en estos ámbitos. Esto es aportar valor y, por tanto, mejorar nuestra organización/empresa.

Y ahora retomo el tema sanitario, como bien podría haber retomado cualquier otro. Uno ya consigue tener una formación adecuada (y mejorable) sobre técnicas, modos y detalles sobre la gestión de la comunicación corporativa... ¿y qué tal si nos especializamos más? Claro, tendremos que conocer las peculiaridades del sector en el que nos movamos para poder aplicar bien lo que sabemos...

Tenemos grandes Directores de Comunicación en nuestro país, y excelentes cursos y escuelas de postgrado para mejorar los conocimientos... ahora, sólo falta interés.