Foto: Ontimet.es
Lejos va a quedar este post de temas de sanidad o 2.0... realmente esto debe ser de la versión 0.1 de la humanidad. La de aquellos que hacían las cosas sin pensar porque el raciocinio aún no lo tenían, ni siquiera, en proyecto.
Como algunos sabéis, y si no este blog tiene muestra de ello, pertenezco a Cruz Roja. Pues menudo cuerpo se me ha quedado esta noche, cuando a las 2.47h me ha llegado un mensaje de emergencia indicando que había una cadena de incendios en Valencia y que se preveía la evacuación de algunos municipios. Intranquilo he pasado ya el resto de la noche.
Intranquilo porque el hecho de que haya que dar una respuesta a la gente que puede ser evacuada me hace pensar en lo que estarán viviendo esas familias. Esos pueblos que ven como el monte, su monte, se está quemando.
Si hubiera sido un rayo, es triste pero no hay remedio... pero cuando los primeros indicios señalan a la mano del hombre y, posiblemente según algunas fuentes, a la de un pirómano, es ya de locos. Está claro que es una filia, que es excitante para ellos y que no lo podrán remediar. Es triste que una enfermedad pueda conllevar un desastre que tarde muchos años en poder ser reparado.
¿Qué podemos hacer? Poco, la verdad. Pero a veces pequeños gestos pueden ayudarnos a salvar el planeta, como reza una cortinilla de Radio5 de RNE. Al primer humo, llamada al 1-1-2, al primer movimiento sospechoso en la montaña, llamada al 1-1-2... Más vale que sean falsas alarmas a que los medios lleguen tarde y, como casi pasa esta noche, tenga que haber desplazados.
Hoy será un día de seguir las noticias al respecto, ver la evolución de estos incendios, sobre todo porque ya a estas horas sopla poniente, las temperaturas subirán rápidamente y la humedad será muy baja. A esperar.
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